Cambiando mi actitud

Antes de llegar a los Grupos de Familia Al-Anon mi vida parecía un caos, había muchas discusiones, maltratos verbales, irrespeto de ambas partes que me afectaron emocionalmente y a nivel familiar; mis hijos ya cansados de esta situación decidieron irse a otro país.

 Un día, en conversación con mi mamá en ayuda a estas desavenencias me recomendó un programa de ayuda para la familia por la manera incontrolable de beber de familiares y amigos, comencé asistir a las reuniones de manera regular donde comprendí que el programa realmente me ayuda, es aquí donde el cambio se inicia por mí. También he aprendido que ante cualquier situación no estoy sola y que un cambio de actitud de mi parte cambia todo mi alrededor, que en cada reunión me encuentro rodeada de compañeras que comparten sus experiencias, fortalezas y esperanzas con un problema en común y que debo practicar el programa y sus principios.

 Al mismo tiempo, me gusta mucho el principio del anonimato, y los lemas «Un día a la vez» y «Vive y deje vivir», realmente sé que tengo opciones, que debo confiar toda mi voluntad a un Poder Superior que me ayuda.  Solo por hoy soy feliz de pertenecer a esta gran Familia Al-Anon.   

Betty O. – Revista Gotas de Sabiduría Venezuela N° 10