¿Qué son estas formas de comunicarse entre ustedes?
Es malo evitar decir lo que pensamos, pero es peor todavía decir lo que no pensamos. La vieja costumbre de “poner el grito en el cielo” cuando mi esposo bebía me duró bastante tiempo después de que él lograra la sobriedad con la ayuda de Alcohólicos Anónimos. Respondía ante cualquier cosa que me molestara con las primeras palabras rudas que se me vinieran a la mente. Olvidaba que él estaba recuperando parte de su autoestima por tanto tiempo perdida, y entonces decía algo hostil que lo hería. Me di cuenta de que lo quería herir por todo lo que me había hecho pasar. Pero estoy sobreponiéndome de eso. Comencé a tener conciencia de que las cosas hirientes que le decía realmente lo dañaban, porque él las creía aunque del todo no eran lo que yo quería dar a entender. A medida que pasa el tiempo estoy mejorando, pero constantemente debo tener presente esto: “No lo digas a menos que eso sea lo que piensas”, y esto me ha evitado decir muchas cosas que luego desearía no haber dicho.
El Dilema del Matrimonio con un Alcohólico. Pág. 17