No hay por qué odiar
Antes de concurrir a Alateen había veces que sentía vergüenza y miedo, pero básicamente la relación con mi madre alcohólica era buena puesto que había comunicación y hasta amor.
A veces me sentía fuera de lugar al escuchar a los miembros de Alateen hablar sobre sentimientos que yo solamente había experimentado levemente; pero, poco a poco llegué a dos importantes conclusiones:
Primero, que debería considerarme afortunado al no haber pasado por experiencias tan penosas como algunas de los otros miembros del Grupo; que debería tener presente que el común denominador que nos reúne es el alcoholismo de un ser querido y que el odio no es un requerimiento para ser miembro de esta Hermandad.
Segundo, aprendí que Alateen es un Programa individual el cual me brinda la oportunidad de actuar de una manera más saludable; de cambiar mi actitud de desesperación y autocompasión por una de alegría y dicha.
Alateen Esperanza para hijos de Alcohólicos. Pág. 86