Poniendo en práctica el lema “Hazlo con Calma”
Cuando llegué por primera vez a los Grupos de Familia Al-Anon fue porque mi pareja, después de buscar ayuda en Alcohólicos Anónimos, me llevó al grupo y sólo fui por complacerlo, porque yo no necesitaba estar ahí, no era mi sitio, no me sentía bien, pero poco a poco me fui enamorando del programa, de las lecturas que eran experiencias muy parecidas a las mías. Me prestaron algunos libros que quería leerlos todos al mismo tiempo, me iba empapando de ellos y me preguntaba cuándo terminaría de entenderlos.
Los principios, aunque había algunos que no me gustaban sabía que si los aplicaba iban a servir. Todas estas inquietudes las reflejaba en quien fue mi madrina y ella me sugirió que me leyera los lemas y que me detuviera en “Hazlo con calma”, todos dejan una enseñanza, pero este lema resume lo que necesito para tranquilizarme y pensar mejor qué decisión tomar en determinado momento. Este lema me ayuda a calmarme en momentos de angustia e impide que mi mente se descontrole.
Hazlo con calma me ayuda a actuar más despacio y a ser amable conmigo misma, sobre todo en una persona como yo que quería respuestas rápidas y cuando esto no sucedía me llenaba de ira, dolor, rabia y al final lloraba de la desesperación.
Hazlo con calma me recuerda que un enfoque calmado puede hacer mucho más tolerable una situación difícil, luchar de manera frenética algunas veces lo que conseguimos es empeorar la situación, pero cuando adoptamos una actitud más relajada podríamos obtener resultados más acertados y claros.
Algunas veces tiendo a perder la cordura y recurro a las lecturas Al-Anon que me dan las respuestas de cómo debo actuar sin perder la paz y la tranquilidad. Hazlo con calma me indica no solo a aprender a aminorar la velocidad sino también a alegrarme.
Hoy prefiero aceptarme tal como soy y disfrutar del día, independientemente de lo que haya logrado.
Mireya R. – Venezuela