Una abuela aprende a “Vivir y dejar vivir”
Sacrificar mi serenidad no les dará ni un momento de paz a mis nietas; pero transformarse en una persona más feliz y afectuosa si puede ayudarlas. Espero que se beneficien de un modelo relativamente saludable en sus vidas, pero aunque no sea así, debo aprovechar al máximo la vida que se me ha dado. Es un don demasiado valioso para desperdiciarlo simplemente debido a que otra gente adopta decisiones que no me gustan.
El lema “Vive y deja vivir” ha adquirido un significado más profundo para mí porque mi hijo decidió no ser parte de mi vida, y aunque me resulta difícil aceptarlo, siento que debo respetar la decisión. Mientras tanto, agradezco que se me permita ser una abuela activa en las vidas de mis dos nietas.
No sé qué les traerá el futuro a estas niñas. Sé que el programa de Al-Anon me permite mantener una relación cada vez mejor con ellas. Como madre, no tuve mucho éxito. Quizás ahora tenga la oportunidad de ser una gran abuela.
Cómo ayuda Al-Anon a los familiares y amigos de alcohólicos. (Pág. 186)